Lectura Fácil

Lectura Fácil

Es bien sabida la fama que tienen los médicos de escribir con letra ilegible y a la hora de entender una receta tener que tirar de imaginación o bien consultar con un farmacéutico para que ejerza las funciones de traductor. También hay otros ámbitos de nuestra vida diaria donde a veces es necesaria algún tipo de ayuda para entender lo que algún profesional nos quiere trasmitir. Ahora me estoy refiriendo al ámbito judicial y en concreto a los documentos oficiales tales como autos, sentencias judiciales, notificaciones de los juzgados… y demás escritos procedentes de los tribunales. Aquí la dificultad no se presenta en no entender las grafías, sino en lo complejo de comprender tecnicismos y expresiones alejadas de nuestro vocabulario habitual.

Cuántas veces hemos recibido algún documento de este tipo y hemos tenido que leerlo varias veces para acabar como estábamos al principio, con dudas sobre algunas palabras técnicas y sobre conceptos que se nos escapan al no estar familiarizados con el lenguaje jurídico.

Nos encontrábamos pues con que los chicos y chicas que utilizan nuestros recursos recibían este tipo de documentación con lo que a unos escritos complicados, largos, farragosos y muy técnicos de cualquier sentencia o auto judicial, se sumaba una discapacidad intelectual, que en ocasiones dificultaba todavía más la comprensión lectora.

 

Desde la Fundación Espurna nos dimos cuenta que esta situación no era justa, pues desde siempre uno de los pilares básicos de nuestra filosofía ha sido dotar a nuestros chicos y chicas de las herramientas necesarias para fomentar su autonomía y su independencia. Por tanto, recibir documentación que no comprenden es totalmente opuesto a nuestra idea de inclusión.

Necesitábamos pues una solución para que pudieran entender por si mismos lo que un juzgado les quiere trasmitir.

Para conseguir este objetivo optamos por adaptar las sentencias, autos judiciales y notificaciones a lectura fácil ya que ellos y ellas son los verdaderos interesados en conocer, por ejemplo, los tipos de apoyos de los que disponen legalmente y estos vienen reflejados en la documentación que emana de los juzgados.

La lectura fácil es un método de adaptación y redacción de textos para hacer accesible la información. Se usan palabras sencillas evitando tecnicismos o frases enrevesadas, se suprime información innecesaria, los párrafos son cortos y concisos… En definitiva, es una técnica para facilitar la lectura y que los textos sean más accesibles. Se puede hacer con novelas, artículos de prensa, cuentos…y por supuesto con documentación judicial.

Dicho y hecho nos pusimos manos a la obra y comenzamos a realizar pruebas para adaptar cualquier documento que recibiesen a lectura fácil.

Una vez conseguido un formato que creímos era el adecuado para poder trasmitir toda la información que lleva un documento de este tipo, deberíamos cerciorarnos que el nuevo texto adaptado es ahora totalmente entendible.

 

Para ello pasamos al segundo paso clave tras hacer una adaptación, que es dárselo a leer a un grupo de nuestros chicos y chicas para que nos digan si efectivamente se entiende todo o si hay que seguir cambiando palabras o expresiones para hacerlo completamente accesible.

Este proceso se repite siempre, y tras cada adaptación a lectura fácil de cada sentencia/documento se procede a la lectura en común por un grupo de nuestros chavales, convirtiéndose estos en una figura imprescindible del proceso y pasando a ser validadores del mismo.

La nueva ley 8/2021 de 2 de junio por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, en su preámbulo, recoge el propósito de promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad.

Y aunque se ha empezado a poner en marcha desde algunos juzgados la conversión de algunos documentos a lectura fácil todavía no es una práctica habitual. Por esto, desde la Fundación Espurna, con estas adaptaciones pretendemos que esas condiciones de igualdad que promueve la ley arriba citada sean cada vez más tangibles.

A menudo, los médicos tienen una letra difícil de leer, y a veces, comprender sus recetas es todo un desafío. En la vida diaria, también nos enfrentamos a documentos legales como sentencias o notificaciones judiciales que son difíciles de entender. Estos escritos suelen usar palabras complicadas y expresiones que no son parte de nuestro vocabulario normal.

Recibir estos documentos puede ser confuso, especialmente para las personas que usan nuestros recursos y tienen dificultades para entender textos complicados. En la Fundación Espurna, notamos que esto no era justo para ellos, ya que siempre hemos trabajado para ayudarlos a ser más independientes. Recibir documentos que no entienden va en contra de nuestra idea de inclusión.

Decidimos adaptar estos documentos a una lectura más fácil y comprensible para que puedan entenderlos por sí mismos. La lectura fácil implica usar palabras simples, evitar términos complicados y hacer párrafos cortos y directos. Una vez adaptados, les pedimos a nuestros chicos y chicas que los lean y nos digan si los entienden o si necesitan más cambios para hacerlos completamente accesibles. Su opinión es esencial en este proceso.

A pesar de que la ley ahora apoya a las personas con discapacidad en el sistema legal, no es común que los documentos legales se adapten para ser más fáciles de leer. Desde la Fundación Espurna, queremos que estas adaptaciones ayuden a que todos tengan igualdad de acceso a la información legal.



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