17 diciembre 2025 KaiZen Hoy Mejor que Ayer, Mañana Mejor que Hoy.
El tema planteado para esta edición es tan bonito a la par que complejo para poder reflejarlo en un par de líneas, y que se pueda llegar a transmitir realmente todas las emociones y vivencias transcurridas a lo largo de este 2025. Si bien, en esta época Navideña en la que nos encontramos creo que a todo el mundo nos invade una sensación de balance y nostalgia por todo lo que hemos ido trabajando, consiguiendo y viviendo.
Por mi parte, me siento privilegiada del cargo que ocupo pues me permite vivir Espurna desde diferentes miradas, realidades y retos. Y no, este texto no quiero protagonizarlo yo, sino que meramente intentaré ser la voz de todas aquellas personas que formamos el Centro Especial de Empleo de Espurna.
“¿Dónde está la chispa de nuestra vida?”- me pregunta mi compañero. Puedo indicar que se halla desde primera hora cuando nos suena el despertador, cuando acurrucados desde la cama le damos al botón de posponer alarma para sacar provecho de esos cinco minutitos más remoloneando en la cama, pensando en si dejé el uniforme ya preparado, si el almuerzo de hoy que me ha preparado mi madre estará bueno o si volveré a sacarle partido a mi asignación diaria con una golosina de la tan preciada máquina dispensadora de Pincasa o ALS.
También está la chispa matutina, que contagia al equipo de limpieza con ese cigarrito antes de repartir las llaves e iniciar la jornada, mientras los no fumadores se acaban ese café calentito que entra muy bien por las mañanas y ayudar a ponernos las pilas.
Qué decir del mediodía, momento clave dónde puedes observar el cambio de turno de las empresas y como entre compañeros se aprovecha para cuchichear sobre alguna novedad en Jardinería, sobre competir quién ha sacado mayor producción en Picda, e incluso bromear debido a algún artículo peculiar que se ha visto en Alehop.
Desde Lavadero recibimos las visitas curiosas, esas caritas que se asoman por las ventanas para comprobar qué vehículo estamos limpiando o quién ha venido a trabajar y cómo está haciendo los anclajes. Esos gritos chinchosos de aliento para acabar la jornada, que a más de uno le pica pues es señal de que mientras yo trabajo el otro ya está en su hora de descanso, una envidia sana que con cuatro carcajadas por parte de la monitora el ambiente vuelve a su cauce.
Así mismo, todos compartimos la sensación de ser muy afortunados, pese a todas las situaciones que nos rodean -políticas, económicas, sanitarias-, hemos sido bendecidos con trabajo y todos hemos hecho para que llegar a la meta sea un objetivo tangible. Todo nuestro esfuerzo ha valido la pena, pues gracias a nuestros valores hemos conseguido esquivar obstáculos y seguir sumando como la pequeña gran familia que somos en el CEE.
Ser una Entidad de referencia supone un gran esfuerzo y sacrificio, pero cuando se hacen las cosas desde el corazón y la motivación todo vale la pena. Desde participar siendo los organizadores de un Congreso Europeo, dando lo mejor de nosotros en nuestro Restaurante Boga, el equipo tanto de sala como de cocina luciendo su mejor sonrisa, improvisando palabras inglesas para hacerse entender y trabajando codo a codo con todos los recursos de Fundació Espurna; hasta improvisar horarios, técnicas y logística para atraer a nueva clientela a nuestro Llavador Ecològic, que por cierto no dudes en coger tu cita previa llamando al 962 96 51 55, estamos abiertos también los sábados por la mañana.
Cada pequeño esfuerzo es el resultado de un gran año de trabajo, que no se guía por números sino por la estabilidad y esa gran sonrisa que aún no siendo a diario en algunos, siempre sale a relucir en nuestras caras con un saludo o simplemente una sonrisa cómplice de ánimo, si bien dicen, un gesto dice más que mil palabras.
Ahora sí, tomo el protagonismo de este relato, pues en primera persona quiero agradecer abiertamente a todo mi equipo su esfuerzo durante este 2025. Que como buena familia que considero que somos, hemos tenido momentos buenos y no tan buenos, de hecho, tengo millones de anécdotas que me llenan el corazón. Algunas tristes, muchas graciosas, otras un tanto censurables, pero, en definitiva, vivencias. Porque Espurna es eso, vida; formar parte del CEE es creer en un proyecto que está en un proceso de cambio continuo, es renovarse de forma indiscutible, confiar y apostar por nosotros, por nuestras capacidades y habilidades, por el apoyo entre iguales. Recientemente estuve en una formación que hablaba sobre el método Lean en la producción, os invito a informaros sobre ello, pero lo cito aquí porque lo que más se llevó mi atención fue el concepto KaiZen, que en el ámbito de producción es una filosofía japonesa de mejora, que busca la optimización constante de procesos mediante pequeños y graduales cambios, involucrando a todos los empleados para eliminar desperdicios, aumentar la eficiencia y la productividad a largo plazo. Así que con ello cierro este artículo, para mí es todo un honor seguir sumando chispa a mi vida con el CEE de Espurna, pues tengo claro que entre todos buscamos que hoy sea mejor que mañana y mañana mejor que hoy.
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.
El tema de este año es muy bonito, pero también difícil de explicar en pocas palabras. Durante este 2025 hemos vivido muchas experiencias, emociones y aprendizajes. En estas fechas de Navidad es normal hacer balance y recordar todo lo que hemos trabajado, conseguido y compartido.
Me siento afortunada por el cargo que ocupo, ya que me permite conocer Espurna desde muchos puntos de vista. Aun así, este texto no habla de mí, sino de todas las personas que formamos el Centro Especial de Empleo de Espurna.
“¿Dónde está la chispa de nuestra vida?”
La chispa aparece desde primera hora del día, cuando suena el despertador y pensamos en el trabajo, en el almuerzo preparado con cariño o en pequeños momentos que nos animan la jornada. Está en el café de la mañana, en las charlas antes de empezar, en las bromas entre compañeros y en ese buen ambiente que nos ayuda a arrancar el día con energía.
La chispa sigue a mediodía, cuando cambian los turnos y compartimos novedades, risas y comentarios del día a día en jardinería, producción, tiendas o servicios. Está también en el lavadero, en las miradas curiosas, en los ánimos para terminar la jornada y en esa complicidad que hace que el trabajo sea más llevadero.
Todos compartimos el sentimiento de ser afortunados. A pesar de las dificultades sociales, económicas o sanitarias, tenemos trabajo y hemos luchado juntos para avanzar. Gracias a nuestros valores, hemos superado obstáculos y seguimos creciendo como la gran familia que somos en el CEE.
Ser una entidad de referencia requiere esfuerzo, pero cuando se trabaja con ilusión y desde el corazón, todo merece la pena. Lo vemos en el Restaurante Boga, en los congresos, en el lavadero ecológico y en cada servicio que ofrecemos, siempre con compromiso, compañerismo y ganas de mejorar.
Cada pequeño gesto cuenta. Nuestro trabajo no se mide solo en números, sino en estabilidad, bienestar y en esas sonrisas que aparecen en un saludo o en una mirada de ánimo.
Ahora sí, quiero agradecer personalmente a todo el equipo su esfuerzo durante este 2025. Hemos vivido momentos buenos y otros difíciles, pero todos forman parte del camino. Espurna es vida, es creer en un proyecto en constante mejora, confiar en las personas y apoyarnos unos a otros.
Como dice la filosofía japonesa Kaizen, mejorar poco a poco, entre todos, es la clave. Para mí es un orgullo seguir sumando chispa a mi vida junto al CEE de Espurna, con el objetivo de que cada día sea un poco mejor que el anterior.
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.






