Nidos de esperanza. La reconstrucción de un pueblo tras la Dana

Nidos de esperanza. La reconstrucción de un pueblo tras la Dana

Este año teníamos claro que si algo nos había marcado como personas solidarias y como valencianos y valencianas había sido la gran catástrofe de la Dana. Por eso, nuestra falla entera, es un canto a la esperanza y un homenaje a la reconstrucción de un pueblo que se está levantando desde el fango con ayuda de una comunidad que le sostuvo firmemente.

El ninot indultat elegido son unas gallinas construidas simulando ser simbólicamente piezas de lego, piezas de (re)construcción.

La elección de la gallina no es casual ya que este animal es parte del patrimonio rural donde la agricultura, la ganadera y la vida en contacto con la naturaleza han sido fundamentales a lo largo de la existencia del pueblo valenciano.

La gallina de Lego no solo se presenta como una obra artística, sino también como un símbolo de la resiliencia de los valencianos frente a la adversidad. Su construcción con Lego, un material asociado a la construcción y al trabajo en equipo, refleja la manera en que la comunidad se unió para reconstruir sus hogares y sus tierras tras los daños causados por la Dana.

También queremos plasmar cómo los elementos más básicos (como los bloques de construcción infantiles de lego) pueden contribuir a la creación de algo grande y significativo. Esto se relaciona con la idea de que la reconstrucción no solo depende de grandes acciones, sino también de pequeños esfuerzos que, unidos, logran restaurar lo perdido.

Así, la gallina de Lego se convierte en un emblema de esperanza, renovación y comunidad, valores clave en la recuperación del pueblo valenciano tras la catástrofe. Es una manifestación del espíritu colectivo que permitirá a los valencianos reconstruir su patrimonio cultural y natural. La gallina, como símbolo de regeneración y fertilidad en sus nidos, recoge la idea de que la vida, aunque se vea afectada por adversidades, tiene la capacidad de renacer y seguir adelante cuando todas las personas se unen para luchar por un bien común.

Esta idea de comunidad que tanto nos evoca nuestro nitot indultat, estuvo muy presente en nuestro Centro Ocupacional el día de nuestra gran fiesta fallera ya que nos sentimos de lo más arropados por nuestra Alcaldesa Amparo Folgado y todo su equipo, así como por las diferentes formaciones políticas del Ayuntamiento de Torrent.

Allí no había diferencias entre las diversas agrupaciones políticas, ni entre los ciudadanos y los cuerpos de protección civil y seguridad del estado que nos acompañaron. Tampoco había diferencias entre nuestros usuarios y nuestros educadores, porque allí solo había valencianos y valencianas, de nacimiento o de adopción, unidos por un sentimiento de hermandad, y eso no es otra cosa que COMUNIDAD.

Hoy nuestro ninot indultat luce glorioso con su nido de esperanza a salvo de las llamas en nuestro Centro Ocupacional, vigilando desde un lugar privilegiado que ese sentimiento de comunidad y hermandad perdure para siempre.



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