Viviendo Andorra en Pascua

Viviendo Andorra en Pascua

Como bien sabemos, el ocio es fundamental para nuestra Fundación, ya que con ello favorecemos las relaciones sociales, la inclusión e integración de nuestros/as chicos/as en la comunidad, el aprendizaje sociocultural, el buen manejo de nuestro tiempo libre, así como el compartir momentos únicos e irrepetibles con nuestros amigos y compañeros.

En esta ocasión os voy a hablar de nuestro viajazo a Andorra. Pensaréis ¡¿ANDORRA?! Sí, con sus cuestas, sus montañas, su embutido y hasta su poquito de frío también… pero como siempre, sin barreras para nosotros/as.

Nos fuimos un lunes por la mañana, haciendo tantas paradas como precisamos. Comimos en Cambrils en un parquecito de pescadores y aprovechamos para recorrer un trozo de su espectacular puerto… por cierto, ¡qué calor!

Continuamos nuestra marcha hasta Andorra, al llegar notamos el fresquito y escuchamos agua correr, estaba nuestro hotel al lado del río Valira y, ¡menuda maravilla dormir con ese sonido tan relajante!

Quizás no lo sepáis pero nos encantan los “buffets” y, nada más llegar, pudimos disfrutar de él. Tras ello nos acomodamos y descansamos tras tantas horas de viaje, ya que había que coger fuerzas para el resto de la semana.

Todas las mañanas y tardes realizábamos diferentes rutas senderistas. No os imagináis lo bonito que se ve todo desde arriba; recorrimos diferentes montañas, visitamos museos, parques, monumentos emblemáticos, callejuelas… en fin, nos empapamos enteros de Andorra y su encanto…Pero no todo puede salir sin algún imprevisto, y ante esto, ¿qué hacemos? Pues reorganizamos rápidamente un plan B o, mejor aún, sacamos partido de dicho imprevisto, os cuento…

Uno de nuestros autobuses se dirigía hacia una ruta que llegaba a los lagos de Tristania, la cual empezaba en un restaurante. Íbamos de camino, nos quedaban 2 km para llegar, y de golpe ¡una verja prohibiéndonos el paso! Total, nosotros que somos así de aventureros/as, bajamos y decidimos hacerlos andando. Conforme íbamos subiendo, nos vimos envueltos en nieve y era imposible continuar, ya que habían convertido ese trozo de camino en una pista de esquí improvisada. ¿Os podéis imaginar nuestras caras ante esto? Pues no fue ningún drama, porque obviamente de inmediato nos pusimos a jugar, tocar la nieve, disfrutarla y reírnos juntos, porque no hay nada mejor que eso. Esto es uno de tantos imprevistos que nos ocurren, pero de los que siempre sacamos cosas súper positivas y encima nos hacen disfrutar más de lo que ya lo estábamos haciendo.

Como ya sabemos, nos encanta la marcha y menear el esqueleto y casualmente el viernes (justo la noche antes de irnos) empezaban las “Fallas” en Andorra. Sí sí, habéis leído bien… ¡Las Fallas en Andorra! Indagando por los panfletos que repartían, observamos que había una carpa con discomóvil y, ¡para allá que nos fuimos!

No sabéis cuanto cantamos, bailamos y disfrutamos. Cerramos el viaje por todo lo alto, como siempre. Aquí os cuento un poquito de todo lo que hicimos, pero ni de lejos te lo puedes imaginar hasta que no lo vives en primera persona.

Cristina Martínez | Coordinadora Ocio

Aprieta en las fotos… 👇 ¡Se hacen mas grandes!

Qué maravillosa experiencia nuestro viaje de Pascua a Andorra. Realmente es genial que la Fundación promueva este tipo de actividades que fomentan el ocio, la inclusión y la diversión en grupo, pudiendo aprovechar además para hacer turismo y conocer sitios nuevos.

Es inspirador también cómo hicimos frente a los imprevistos que nos fuimos encontrando, con una actitud positiva y resolutiva.

Durante el viaje, realizamos un montón de rutas senderistas, sacando partido al paisaje tan precioso y único que teníamos alrededor. Es una actividad muy beneficiosa tanto para la salud física como mental, y sin duda, recorrer las montañas de Andorra ha sido una experiencia espectacular. También es genial haber podido visitar museos, parques y monumentos emblemáticos, y disfrutar de la cultura y el encanto de Andorra en su totalidad.

El hecho de haber participado en las Fallas en Andorra -sí sí, has leído bien-, es una experiencia única e inolvidable. Es impresionante cómo, a pesar de los desafíos y las dificultades, siempre encontramos una forma de disfrutar y de hacer que el viaje fuera lo más divertido posible. Sin duda, este tipo de experiencias enriquecen la vida y crean recuerdos para siempre.

Cristina Martínez | Coordinadora Ocio

 

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