Más de una década dedicados al raspall

Más de una década dedicados al raspall

La Fundación Espurna junto con la empresa El Zurdo empezaron hace 10 años a promover la inclusión en el deporte de pilota valenciana, concretamente en el raspall que tiene mucha acogida en la comarca.

Desde entonces, una vez por semana los usuarios de Espurna disfrutan de la actividad en unas magnificas instalaciones, y cuentan con el apoyo de la familia Peris y los alumnos de actividad física del Colegio Los Naranjos con los que disfrutan de una actividad enriquecedora. Además de crear vínculo con nuestras tradiciones, resulta muy positivo por un lado a nivel físico, donde refuerzan habilidades como la agilidad y los reflejos, como también para fortalecer la cohesión de grupo, autoestima y trabajo en equipo. Todo lo aprendido lo mostramos en público mediante una exhibición en la calle a los pies de la Iglesia de las Escuelas Pías con motivo de las fiestas patronales.

Desde que empezó este proyecto nuestros jugadores han podido aprender gran cantidad de términos como vaqueta, val, raspada, resto, punter o dau y se sienten, aunque sea por un mágico instante, dignos herederos de Waldo, Gorxa o Carlos.

 

Santi Roca Sabater

Monitor Centro Ocupacional

La Fundación Espurna y la empresa El Zurdo, afincada ahora en el Trinquet de Bellreguard tras un periplo glorioso en la desaparecida catedral del raspall de Gandia, llegaron a la conclusión hace más de diez años de que la inclusión en el deporte debía pasar también por la pilota valenciana, y más concretamente por el raspall, modalidad que reina sin discusión en la comarca.

Desde entonces, y una vez por semana, los usuarios del centro disfrutan de una instalación magnífica gracias también a la colaboración de la Concejalía de Deportes de esa localidad. Con el asesoramiento y el cariño con el que la familia Peris nos trata y acompañados en los últimos cursos por alumnos de las asignaturas vinculadas a la actividad física y a la atención especial del Colegio Los Naranjos, los chicos y chicas del centro disfrutan de una actividad diferente, que les permite crecer a diario en su práctica y a la que les une raíces familiares y culturales. No sólo es el vínculo afectivo hacia una actividad tan nuestra, sino también el beneficio físico que les proporciona a nivel de coordinación óculo-manual, habilidad, agilidad, reflejos o potencia, y las mejoras en términos de autoestima, superación, trabajo en equipo o constancia.

La Fira i Festes de Gandia ejerce también como escaparate público de sus habilidades con la pelota de badana. Con motivo de las fiestas patronales, se organiza desde hace algunas ediciones, a los pies de la Iglesia de las Escuelas Pías, una exhibición de raspall al carrer en la que tiene cabida el deporte adaptado y al que acude un numeroso público.

Desde que ambas entidades pusieron en marcha este proyecto para el fomento de la práctica del raspall para personas con discapacidad, términos como vaqueta, val, raspada, resto, punter o dau, ya no son extraños para nuestros jugadores que, siempre después de un “esmorzaret en condicions´´ en el bar del Trinquet que regenta el otro Emilio de esta historia, gritan aquello de “va de bó cavallers´´ y se sienten, aunque sea por un mágico instante, dignos herederos de Waldo, Gorxa o Carlos.

 

Santi Roca Sabater

Monitor Centro Ocupacional



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