Dani Alcaraz, un árbitro pionero y único

De tal palo, tal astilla. Con su padre, Juan, pitando durante 30 años por los duros campos de Primera Regional y asistente en Preferente es lógico tener el gusanillo pero la historia de Dani Alcaraz va mucho más allá rompiendo esquemas además. El primer y único árbitro del fútbol español con síndrome de Down es un ejemplo de superación y pasión a la vez por una vocación vivida desde pequeño. Tiene 27 años, empezó hace 10 y desde hace seis está federado tras superar los exámenes no escritos pero sí orales del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Federación de la Comunidad Valenciana. “Lo más difícil eran las pruebas”, recuerda. Cada fin de semana dirige uno o dos partidos de Fútbol-7 benjamín y alevín por la comarca de Safor en la zona de Gandía. “Se lo toma muy en serio preparándose a conciencia su ropa y todo lo que debe llevar”, señala orgulloso su padre, que acabó asintiendo ante la insistencia de su hijo para seguir sus pasos.

Simpático con todos en la redacción de Mundo Deportivo tras entregar a Fridolina Rolfö el MVP del Barça-Roma de la Champions en una iniciativa de Visa con la colaboración de Caixabank por reflejar los valores de la diversidad, aceptación e igualdad, Dani relata cómo empezó todo: “Yo iba con mi padre y quería pitar como él. Me decía que no hasta que un día cambió de opinión y aceptó. Me gustaba el fútbol de pequeño de verle a él pitar y a mi hermano Joan jugar”. Su idolatrado Joan es ahora director técnico de metodología del Mallorca tras haber estado de entrenador en la cantera del Villarreal y de asistente en el Guayaquil City hasta que le pilló la pandemia en Ecuador.

Dani ve todo el fútbol que puede y más. “Sobre todo el Madrid porque soy del Madrid“, dice sin complejos y dispuesto a seguir aprendiendo: “Quiero ponerme las pilas y pitar partidos de Fútbol 11”. Si no le acompaña su padre, están otros árbitros para echarle un cable con las licencias y el acta como “Omar (1ª Regional), Eric (3ª División) y Adrián (2ª Regional) y también por si hay algún fuera de juego o córner” que no ha podido ver. Pese a todo, Pepe Enguix, presidente del CTA de la Federación valenciana del que Juan Alcaraz es delegado ahora, nunca vio impedimentos para que Dani pitara con su discapacidad.

En estos años agradece el respeto que le tienen jugadores y público. “Especialmente los padres y, como ya lo conocen, dicen que quieren que les pite Dani”, abunda su papá. Todo ello contribuye a aumentar la seguridad de Dani, quien por si acaso avisa: “Si oigo a algún padre protestar, paso. Yo voy a lo mío pero todos me ayudan mucho”. Confiesa feliz que nunca ha tenido que “expulsar a nadie” y no duda en el área: “Si veo el balón en la mano, penalti”.