CUENTA CONMIGO

CUENTA CONMIGO

A veces, las personas portamos ataduras que no nos dejan avanzar ni sentirnos plenas y felices. Estas cargas innecesarias hacen que el maravilloso camino de la vida se vuelva tortuoso y oscuro. Para liberarnos, es importante dejarse ayudar por quienes  nos rodean, ya que caminar juntos hace el camino más ameno y hermoso. Así que, como dijo Benedetti: «Usted sabe que puede contar conmigo, no hasta dos o hasta diez, sino contar conmigo».

Así comenzaba la performance que realizamos el pasado diecisiete de mayo en la séptima edición del Festival de la Primavera de Torrente.

El término performance procede de la expresión inglesa performance art, que significa «arte en vivo», y es una disciplina artística que normalmente evoca una necesidad de denuncia o una crítica social con un espíritu de transformación.

El primer paso para crear la pieza fue reunirnos una serie de personas con inquietudes artísticas y empezar a exponer qué nos apetecía contar. Porque, si algo teníamos claro, es que íbamos a contar una historia.

La actuación debía tener una duración máxima de cinco minutos, así que optamos por que fuese algo muy potente que llegase al público y además que fuese importante para nosotros. En esta lluvia de ideas empezamos la casa por el tejado, ya que desde la organización del evento nos pedían un título para el programa de mano y para la cartelería. Aún no sabíamos qué íbamos a hacer, pero había algo que era una constante en el proceso de creación: la necesidad de cohesión y sentimiento de grupo. Eso lo extrapolamos a la sociedad en general y pensamos que un título a través del cual podíamos empezar a trabajar era «Cuenta conmigo». Ya teníamos el tejado, ahora tocaba construir los cimientos que dieran soporte a esta idea global.

Dicho y hecho. Empezamos a trabajar en el proyecto y poco a poco fue cogiendo forma. Pensamos en que queríamos expresar las cargas emocionales que de manera individual cada uno lleva en «su mochila particular» y cómo a veces estas cargas nos atormentan y nos paralizan al sentirnos atados. Para simbolizar esto, usamos como metáfora una gran caja negra que presidiría el escenario y los actores estaríamos atados a ella mediante gomas negras. Nos despertaríamos de un letargo unidos a esa caja pesada y nos daríamos cuenta de que no podíamos escapar de ella. Iríamos con máscaras neutras que ocultarían nuestros rostros aludiendo a las máscaras que a veces nos ponemos para aparentar que no nos ocurre nada y que estamos bien.

A lo largo de la performance, vamos tomando conciencia de la imposibilidad de liberarnos solos y de la necesidad de dejarnos ayudar por los que nos rodean.

Así, la ansiada liberación que en solitario era casi una utopía, pasa a convertirse en un trabajo en equipo y juntos conseguimos soltar nuestras ataduras y abrir esa caja llena de negatividad, dejando que las cargas emocionales se eleven hacia el cielo en forma de globos de helio negros.

Tras esto, ya podemos deshacernos de las máscaras y autoreconocernos, volver a conectar con nosotros mismos, perdonarnos los errores del pasado mirando hacia el futuro. Seguidamente, aflorarán los conceptos de empatía y solidaridad. Tomaremos, pues, conciencia de la necesidad y el regalo que es tener gente a quien querer y que nos quiera, compañeros del camino en esta vida. Personas que, como nosotros, necesitan ayuda de vez en cuando. Tras abrazarnos para mostrarnos cariño y apoyo mutuo, nos tomamos la mano en un simbólico corro de esperanza y mirada hacia el futuro, a la vez que en el audio se escucha en bucle, casi como un mantra: «puedes contar conmigo, puedes contar conmigo, puedes contar conmigo…». Así finaliza el performance igual que comenzó, dotándolo de sentido y cerrando, de esta manera, toda la historia narrada.

Así fue el proceso de creación sobre el papel de la historia que íbamos a contar. Ahora tocaba ensayar esta propuesta para hacerla dinámica y atractiva al público. Fijamos unos tiempos de trabajo diarios y los componentes del grupo no faltábamos a ningún ensayo. Realmente, se creó un ambiente estupendo desde el primer día de trabajo. Arturo, Xavi, Adrián, Ángeles, Felipe, Sergio, Xerri y yo, Lola, conectamos enseguida como grupo teatral. Estuvimos muy cómodos trabajando, ya que nos une a todos el amor por el teatro y por las artes escénicas. Todos aportamos cosas y entre todos solucionamos los impedimentos o dudas que nos iban surgiendo. Los nervios estaban presentes como en cualquier compañía que tiene un estreno, porque realmente en eso nos habíamos convertido en estas pocas semanas; en una compañía teatral con un compañerismo, ilusión y seriedad ante los ensayos que nada tenía que envidiar a las grandes compañías profesionales.

Respecto al equipo técnico, tuvimos la suerte de contar con la ayuda de Vicent, miembro de grupo «Cuneta» que, casualmente, estaba realizando las prácticas de integración social en nuestro centro ocupacional y nos confeccionó, con gran entusiasmo, el audio para nuestra pieza.

La gran voz en off que hace de introducción al número es de Antonio, que nos dejó maravillados con su dicción y entonación.

La escenografía también la realizamos nosotros mismos con ayuda de algunos compañeros del CO que se volcaron con la idea desde el principio. Asimismo, las palabras del final también pertenecen a numerosos compañeros que quisieron dejar constancia de su apoyo regalándonos sus voces.

El día del estreno teníamos una mezcla de nervios e ilusión, pues era el momento de la verdad y de mostrar a todos el resultado final que con tanto cariño e ilusión habíamos estado preparando. Al finalizar la actuación y oír los aplausos del público, supimos que el esfuerzo tenía su recompensa.

Esto fue un gran trabajo de equipo de todo el CO Espurnes y no solo de las cabezas visibles, que son las personas que actuamos. Gracias a la coordinación del CO, que facilitó cualquier demanda nuestra (por muy loca que fuese) y nos permitió ensayar el tiempo que necesitábamos; igualmente, gracias a los monitores que suplieron con gran profesionalidad, como siempre, mi ausencia en taller y la de los demás actores a la hora de ensayar; y, por supuesto, gracias a todos los usuarios de Espurna que con sus aplausos y ánimos nos hicieron sentir arropados.

Pero este apoyo y compañerismo no es algo que venga de nuevo, ya que se vive cada día en Espurna y es algo que define nuestro centro. Tal y como se titula la performance: «Puedes contar conmigo», es un mensaje que ha estado, está y estará siempre presente en Espurna, ya sea arriba o abajo del escenario.

Lola Casañ | Educadora de CO Espurnes



Ir al contenido