VII Gala de Premios Solidarios

VII Gala de Premios Solidarios

El viernes pasado nos dieron a Inma y a mí el premio a la solidaridad de Espurna en la gran gala de los premios solidarios de Comarcal tv. No se puede estar más orgulloso de un premio que de este, porque no creo que hayamos hecho nada fuera de lo común. En la vida te vas encontrando situaciones a las que tienes que ir amoldándote y sí, en la solidaridad, al parecer, también hay detonantes. Nuestro detonante es Carlos, como para la familia García Sabater lo fue Cristina y mirad qué gran obra han construido, la Fundación Espurna.

 

La Fundación Espurna nos abrió las puertas cuando llegó nuestro detonante así, de golpe, dejándonos noqueados, KO. Acogieron a Carlos y lo fundieron entre sus filas como si siempre hubiera estado allí, lo unieron a un grupo de trabajo y a las actividades lúdicas, intelectuales y sobre todo el deporte.

 

Inma y yo descubrimos un mundo de gente maravillosa que te aceptaba tal y como eres, sin prejuicios, te abrazaban, se aprendían tu nombre, lo cual te obligaba a aprenderte sus nombres para por lo menos estar a su nivel, cuestión muy difícil para mí y te incluían entre ellos como uno más. Descubrí que la verdadera inclusión era la que hacen ellos con nosotros, ¡quién me diría a mí que después de cuarenta años volvería a jugar a rugby!, ahora sé lo que es el deporte inclusivo, ¡que me incluyan a mí!, se alegran cuando te ven llegar al entrene o al partido y si no puedes entrenar o jugar se entristecen contigo como si fueras una pieza esencial en el equipo, siendo un paquete como soy, eso sí un paquete con mucha ilusión (si esto fuera whatsapp ahora pondría una carita riendo) y planeamos jugadas, que luego nunca salen.

 

Inma siempre está ahí, en los entrenes, en los partidos, animando… habla con todos y ríe y padece con ellos, incluso se enfada con el árbrito si hace falta. Con algunas chicas tiene una complicidad especial, hablan “cosas de chicas”. La veo y me siento orgulloso de que haya conseguido eso. Todos la quieren y se nota.

 

Y ahora el relato de los hechos, el miércoles me llama Joana diciéndome que el viernes Carlos tenía que ir a tocar con la batucada a la UPV a un acto que tenían y que ya que teníamos que ir le quedaban 2 entradas por si las queríamos nosotros (la entrada era libre, aquí pondría la carita roja esa de enfado). Le dije que sí sin pensarlo y le mandé un whatsapp a Inma para que no se me olvidara decírselo, siempre se me olvida. El jueves Inma se encuentra con Charo y le comenta que hay que ir aseados porque es una gala, así que el viernes llego del trabajo, me pongo mi mejor tejano e Inma que me ve me lo hace cambiar por un pantalón de tela, Inma se ve que ya sospechaba algo, intuición femenina. Llega Charo y se sienta con nosotros sin decirnos nada hasta que llega el momento y nos dice “ va alseu-vos que sou vosatros” (aquí pondría la carita esa que abre los ojos muy grandes) te dan ganas de desaparecer pero sabes que no puedes hacerlo tienes que apechugar, por el camino hay una nube, no sabes qué estas haciendo pero asumes y actúas, cuando bajas no sabes qué has dicho hasta que ves un vídeo y piensas, podía haber sido peor y luego tu cabeza no para de pensar, orgullo, agradecimiento, ¿por qué?… ya no hay nada más ese día.

 

En fin, como dije en la Gala, nuestro más sincero agradecimiento a todos los que habéis creído que somos merecedores de este premio y a la gran labor que hacéis toda la familia de la Fundación Espurna, voluntarios, monitores, administrativos, psicólogos (menos Joana) (aquí una carita con guiño), entrenadores, coordinadores, dirección, etc., en especial a Charo que nos acompañó en la gala y que nos dijo que sí lo merecíamos.

 

Muchas, muchas, muchas gracias.

 

Inma y Alberto.

Reconocimiento a Inma y Alberto



Ir al contenido